dominar algunos aspectos que son base para la expresión de cualquier pieza
poética, sea cual fuere su género, de lo contrario, sólo conseguirá, en el mejor de
los casos, un éxito aislado o efímero"
LA MEMORIZACIÓN:
Como preparación para la memorización, debemos hacer una lectura
adecuada. En el caso de los infantes, es conveniente que el asesor lea la pieza
en su mejor modo, y pedirle al aprendiz que haga lo propio, y no pasar al
siguiente paso, que sería entender perfectamente el significado de cada palabra,
frase y contexto de ideas (el diccionario es básico), si antes no se comprende
perfectamente lo que el poeta plasmó en su pieza.
Un detalle importante, pocas veces respetado por los inexpertos, resulta el
hecho de que se dice que ya se aprendió el poema, cuando no se ha dicho con el
recurso mímico; recordemos que el cerebro debe captar la expresión del discurso
poético en su totalidad, no sólo al “recitarlo”, sino al decirlo con todos los recursos,
aunque no se haya conseguido hasta este punto dominar la emotividad completa.
LA RESPIRACIÓN:
El oxígeno es vital para la nutrición del cerebro y ayuda a reducir el miedo al público, además de que al respirar se tiene en los pulmones una reserva de oxígeno de la cual provendrá el flujo de aire con el cual se crea la voz.
Los ejercicios de respiración más adecuados, deben tender a enseñarnos a
sostener el aire mientras se dice un poema, lo cual ayuda a que la voz no se
debilite, sobre todo en lo que los instructores en declamación llaman fin de verso.
Algunos ejercicios para una mejor respiración serían:
Inhale y exhale profunda y lentamente. Cuando inhala, el vientre debe moverse
hacia fuera, sin que los hombros se eleven. Cuando exhala no debe dilatar el
pecho. Al respirar de esta manera estará disolviendo toda la tensión de la laringe,
al mismo tiempo que aumenta la fuerza que puede ejercer sobre una fuente de aire
mucho mayor.
LA MÍMICA:
Uno de los errores más frecuentes con la mímica, es el de utilizarla de manera
exagerada .Recordemos que la columna vertebral de una declamación es la palabra, no la mímica. Ni siquiera el declamador debe ser el centro, sino el
mensaje poético.
Existen movimientos universales que podemos utilizar para muchos tipos de
contenidos, como podría ser el de levantar un sólo brazo a la altura del pecho,
el otro o ambos, pero debemos tener cuidado en variar los movimientos, ya que
al reiterar algunos de ellos, hacemos que el público ponga demasiada atención en
ello, lo cual lo desvía del mensaje principal.
LA VOZ:
La voz debe ser el recurso más firme del que habla.
emotivo. Tener la voz impostada significa tenerla colocada correctamente.
Es hablar sin esfuerzo , con naturalidad.
Practicar la lectura en voz alta permitirá perfeccionar la dicción.
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